domingo, 1 de febrero de 2015

-46-

Soy el ave fénix, porque siempre renazco de mis cenizas.
Soy la aguja de mi pajar, porque no me encuentro ni yo misma.
Soy las flores tatuadas de tu costado y el agua de las cascadas que se desmelenan en cada gota.
Soy cada una de las líneas divisorias de este mundo, o de cada compás.
Soy la incertidumbre de tus ojos y la sinceridad de tus labios.


Soy la puntualidad del reloj de arena y el último granito de la misma.
El cristal transparente y la verdad traslúcida.
El color amarillo ámbar del fondo de un cuadro o el sueño del que no queremos despertar.

Soy la mañana, y también la tarde. 
El medio día y el insomnio de noche.
Soy el enfado y la vuelta y media de tuerca. 
La religión y la ciencia.

Soy la negación absoluta y el no saber decir que no. 
La utopía y la certeza.
Soy el respirar profundo para ahogarse en recuerdos.
El minuto 59 de la perfección inconclusa y el número 21.

Soy el agua camuflada de nube porque me gusta verlo todo desde arriba. 
Y el punto más oscuro del pozo sin fondo.
Soy el cansancio y la actividad. 
La vida, que es muy puta y todas las alegrías de ella.
La terapia de turno y el ángulo convexo. 
La playa y el amanecer.

Y al final del día, acabaré como acaban los grandes:
Como vive Sabina, como triunfó Estopa, 
como cantaba Extremoduro, como componía Vivaldi, 
como miraba Mecano, como bebía el Mago de Öz, 
como llenaba Melendi. Acabaré siendo yo.



1 comentario:

  1. Maybe this life is too short to waste it suffering for people that don't care about you. Where's your scream of freedom?

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