domingo, 27 de septiembre de 2015

❌❌❌

Los lugares más curiosos de este mundo
se encuentran cuando cerramos los ojos
y los sentidos descubren
a su manera y jugando con carta blanca,
las verdades escondidas.

El trocito de tela escondido de las vueltas que le damos al vaquero 

antes de sumergir los pies en el agua, 
o correr por la arena, 
escapando del futuro que nos persigue.

El fondo del mar del reflejo de tus ojos,
y todos los peces que se han ahogado en él.

Descubrimos que el lugar más sincero del mundo, 
se esconde tras las paredes de un hospital.
Y que un sitio donde mueren y se salvan miles de personas al día,
también es un hogar donde quedarse a vivir.

Oímos que los árboles gallegos cantan, hablan y transmiten
y que las leyendas,
no solo quedan reflejadas en himnos.

Que los cuadros, tienen doble fondo,
veinte imágenes,
y dieciocho historias.

Que si juntamos en la misma caja
las risas, las indirectas,
los llantos y las riñas,
nos sale un corazón de cristal.

Con 24 vidrieras y 5 habitaciones.
4 puertas y 21 ventanas.
15 escaleras y 3 plantas.
Con 30 espejos y 0 que dicen la verdad.

Que si unimos
tus ideas, mis ideas,
una botella de ginebra y un plan,
nos sale una noche irrecordable.

Que yo no tendré trabajo,
ni tú, carisma con el que quedarte.
Tampoco me sobra el amor,
y lo reconozco, no soy de intermedios.
Pero prefiero poner en duda todas las verdades, que decantarme por un extremo.

Y que yo debería olvidarte
y dejar atrás los calendarios,
pero me he puesto a buscar los lugares más bellos del mundo,
y uno de ellos, amigo mío,
es a tu lado.



domingo, 20 de septiembre de 2015

3SPU3LAS

Si hablamos de amor,
el nuestro ha sido siempre a destiempo.


Hablamos mil veces de todo lo que se había quedado por decir,
y el mar fue testigo de ello.
La luna lloraba por aquel entonces,
como ahora hago yo.

Entramos en fecha de caducidad,
aquella misma madrugada,
a nuestra hora exacta,
a las cuatro de la mañana.

Si hablamos de amor,
el nuestro ni siquiera podría considerarse natural.

Mentimos tanto que en vez de bajarte del cielo,
yo misma te subí a él.
Las nubes por aquel entonces eran grises,
sin embargo vimos amanecer.

Decía Khalil Gibran que el olvido es una forma de libertad.
Yo me pregunto cómo se olvida algo que se fue hace tiempo.

He dejado de cantar 
y he hallado mi paz interior entre las cuerdas de un violín.
He nacido mirando al mar,
y el día que muera quiero que me devuelvan a él.

Siempre seré de la misma tierra,
es por esto que llevo la historia de mi vida escrita en la espalda
y las raíces en el cuello.

Ahora soy el edificio de esos suicidas del telediario de mañana,
y piloto de altos vuelos.
Nos quisimos mal, como siempre.
Nos amamos de verdad, como nunca.

Voy a hacer de ti, solo una poesía más
luego buscaré otras fuentes de inspiración,
otros infiernos donde perderme,
por si allí llueve algo más de suerte.





miércoles, 15 de julio de 2015

Apenas me queda vida

La vida es de quién nos la reconstruye. 
De quien, incluso después de habernos roto, 
malgasta tiempo en intentar reunir los pedazos, 
los destrozos.

La vida es de quien la dibuja soñando,
la duerme en caricias,
la atraviesa con punta de acero,
y con condenas.

La vida es de quien la ordena,
de quien bebe los problemas,
de quien ríe las penas
y de los que prefieren emborracharte el alma.

La vida es de quien hace cielos en el infierno,
se abraza a peones de ajedrez,
baila al juego de tu pelo
y no mira hacia atrás al correr.

La vida es de quien hace que te tapes la cara al reír,
de quien consigue que la destapes al llorar,
de quien te haga volver tras huir,
de quien consiga hacerte volar.

La vida es, de quien consigue convertirse en nuestra tierra firme,
en nuestro ancho mar,
en nuestro cielo sin límites.

Querido tiempo, ya apenas me queda vida.


lunes, 6 de julio de 2015

Haz llorar a Aurora:

Aurora debe llorar.
Así lo han mandado 

y así lo han establecido.

Tal vez se siente sola, 
o se ríen de ella porque brilla mucho.
Tal vez no encuentra consuelo en su reflejo de nieve, 
ni en la música.

Puede que no la valoren, 
y por eso está triste.
O puede, simplemente, 
que nunca haya sido feliz.

Aurora es, una imagen, 
creada a partir de anhelos, destrozos, 
llantos y despojos.
Es un deseo inclumplido,
un amor de contexto,
una musa sin dueño ni artista,
el propio caos,
la invención más arisca.

Aurora seduce al aire bailando,
reta al tiempo entre cervezas,
fuma entre copa y copa
y nunca ha creído en la suerte.

Aurora llega tarde a la cita con el quererse
y cuando lo comprende, 
se ha esfumado la frase "justo a tiempo".

Aurora ama a destiempo,
echa de más las ausencias,
y se compone a base de pedacitos de otros fracasos.

Aurora viaja de norte a sur,
de Boreal a Austral,
de amor a engaño.

Ella no cree en nada,
yo sigo creyendo en ella.



martes, 30 de junio de 2015

-56-

Cúrame el insomnio,
junta los destrozos,
resta los escombros
y reconstrúyeme los sueños.

Calma las certezas,
cesa la incertidumbre,
ama las rarezas.
Bésame en tu cumbre.

Unifica los sentimientos,
borra los anhelos,
sueña los deseos
y sonríe los momentos.

Finaliza los armónicos,
baila los espejismos,
canta las derrotas.
Perfila cada nota.

Sálvame en antojos,
dignifica los enojos,
frustra las caídas
y desgasta mis heridas.

Se nos ha escapado la vida,
se nos han quemado las flores.
Se ha dormido el tiempo,
se nos han juntado las penas.



domingo, 14 de junio de 2015

Te quiero a medias tintas

Te quiero a medias (tintas)

Te quiero a latidos grandes,
a pasos pequeños,
a mensajes cortos
y a atardeceres intensos.

Te quiero por razones impropias,
por complementos sin lógica,
por tu doble significado
aunque te vistas de prosa.

Te quiero con manías y defectos,
contra campos y flores,
contra viento y marea,
y con todas tus cuestiones.

Te quiero desde ahora,
hacia un espacio inhóspito,
hasta que se perdonen los pecados causantes de nuestra demora.

Te quiero de principio a fin,
de norte a sur,
de izquierda a derecha,
de la tierra al cielo.

Te quiero al derecho y al revés,
a espacios y curvas,
a derivadas y concisas,
a límites y barrancos.

Te quiero por activa y por pasiva,
por simulacros e incendios,
por circunstancias,
por contextos
pero sobre todo, 

por la alquimia metafórica 
a la critica de la descontextualización de la palabra 'amor'.


domingo, 7 de junio de 2015

Complain

Se quejan de amor,
de vicio,
de incertidumbres
y de olvido.

Se quejan del mar,
de las olas,
de la arena que queda entre tus dedos
y de los acantilados de tus curvas.

Se quejan del canto de tus pestañas,
del resquemor de tus caderas,
de las lágrimas dulces
y de los dibujos pintados en tu espada.

Se quejan de tus ojos,
de tus pecas,
de la sangre de tus venas,
y también de tus despojos.

Se quejan de locura,
de desfase,
de tiranía
y de amarre.

Se quejan de todo y de todos,
de nada y de nadie.
De amor y de odio,
de ser tan cobardes.

Se quejan de amor y tristeza,
de parches y costuras,
de segundos enhebrados
en melancólicas agujas.

Se quejan de vida y de muerte,
de tentar a la suerte.
De entregar su alma
a la poesía y a la música.

¿Y sabéis qué? Que se quejen, 

que la silueta y la palabra del pecado 
ha sido creada expresamente para mi.





Me han tachado de depresiva,
de infeliz,
de quebradora de sueños,
de destrozar ilusiones
y de vivir en la melancolía.



Se me ha prohibido llorar,
y también recordar.
Se me ha prohibido esperarte,
y dejar de soñar.



Se me ha prohibido bailar sin pareja,
y nadar de lleno en alcohol.
Se me ha prohibido contar estrellas
y no contar con el sol.


domingo, 17 de mayo de 2015

17 condenas

Y yo que me prometí que a las 19.24 dejaría salir la última condena, 
que quebraría todos mis sueños, 
que reconstruiría todos y cada una de los pedazos de este mundo. 
Yo, que vivía en la calle del arte, 
que nunca he sabido mentir, 
te pido que vuelvas, que te estoy empezando a confundir con las estrellas.

Que se pare el tiempo,

Que se detenga la lluvia
y el firmamento oscuro.
Que juegues con fuego,
que te quemes
y que te enredes en mi
al ver tu silueta reflejada en el cristal.

La silueta del pecado, diseñada para mi.

Como aquel traje
o toda la ropa que nos hemos quitado.
Como aquella noche
en tu coche pensando si era mejor o peor,
seguir adelante con el juego.

Y yo te miraba, 
sin apenas pensar que podría ser la ultima vez 
que te tendría reflejado en mi mirada.
Y yo te cantaba, 
como si solo me estuvieras escuchando con el alma.

Prepara tus maletas y carga la pistola de balas, 
por si echas a correr en medio de la desesperación, 
en medio de el caos de mi vida que amas.

Y jamás mires atrás ni esperes nada de mi,

que soy veleta de rumbo cambiante
y no vuelo dos veces en misma dirección,
nunca atraco en mismo puerto
y siempre me aburro de nadar en los mismos arrecifes.

Quiéreme como soy, o vete a vagar por el oleaje o por las nubes.


Lanza el dado y arriesga, nuestra partida está terminando.


domingo, 10 de mayo de 2015

Cuatrocientas respuestas entre mil litros de sangre.

Y aún río cuando me preguntas: 
por qué no te has vuelto a enamorar.
Y sonrío, y te respondo: 
eso se siente una vez, y nunca más.

Que el amor, 
a destiempo está de más.
Por exceso, por defecto.
Por mentiras, por verdad.

El corazón, siempre sabio, 
siempre loco, siempre ateo.
Solo conoce tu boca, solo cree en tus palabras, 
solo comulga en tu cintura.

Temo, a los besos sin nombre,
a la indecisión diaria,
a la múltiple elección,
y las sonrisas cargadas.

Busco, cuatrocientas respuestas
entre mil litros de sangre
y cuarenta y cuatro promesas
enredadas en el levante.

Prometo, 27 poemas de amor,
nueve decepciones,
veintitrés mareas rotas
y cinco estrellas fugaces.

Dimito, de los trabajos sin compromiso,
de los amantes a deshora,
de las parejas que se quieren
y también de las que se odian.

Peco, por el carmín de tus labios,
por las ondas de tu pelo,
por el reflejo de cristales,
por las olas del espejo.

Y lloro y canto,
y corro y sueño.
Y bebo y bailo
perdiéndome en tu anhelo.

Y para qué dar tregua,
y para qué el consuelo.
Si todo va en el mismo saco,
en la misma apuesta,
en la misma mano ganadora,
para acabar en el infierno.

Infierno de tus ojos, de tu boca, de tu luz, de tu mirada.
Infierno de ti y de mi,
infierno de los dos.
Infierno de doble o nada.


martes, 17 de marzo de 2015

Cinquanta (Sezione Due)

Dejarse llevar
suena demasiado bien.
Jugar a matar, nunca sabrás
como puede terminar.


Subir tu escalera, bajar tu costado.
Llorar con los ojos cerrados.
Perder ese tren,
dejar de correr.
Echar a volar,
dejarse matar.

A cualquier precio,
sin que quepa lugar a duda,
aquello que más amas
es lo mismo que te tortura.

Qué bonito es romper los cristales donde se ve reflejada nuestra transparencia.
Qué bonito es ser feliz una noche,
aunque sea entre tus brazos,
aunque sea colgando de tus labios;
aunque mañana tal vez no estés
y llore lágrimas de acuarela.

Y ahora que ya no buscas llamas ajenas,
ni celos en las esquinas,
ahora que sabes que tu tiempo pasó,
no te molestes en volver por aquí.

Que mi olvido ya no sabe lo que hacer para recordarte,
que el whisky barato ya no emborracha corazones desaliñados,
que ya has desistido en el intento de cambiarme.

Tarde es para darse cuenta
de que hubo meses en los que verdaderamente fuiste mío,
y épocas enteras en las que yo fui solo tuya.
Pero como nos pasa siempre, fue tarde y a destiempo.

Y ese, es nuestro gran problema
El no ponernos de acuerdo.
Porque cuando tu vas.
Yo ya he vuelto.

Y pasarse la vida
persiguiendo el uno al otro.




Feliz Semana Santa, os espero a la vuelta. Y mil disculpas por publicar ahora, es que a veces convierto los martes en domingos.

domingo, 8 de marzo de 2015

Cinquanta (Sezione Uno)

El pequeño resplandor de nuestra hoguera,
tu mirada de fuegos artificiales
y esa capacidad de enseñarme a soñar a base de versos.

Tarde o temprano comprendemos
a lo que estamos destinados,
lo que nos pertenece
y, en su defecto y mayoría,
lo que aceptamos como futuro.

El tiempo pasa y no espera por nadie,
el viento me arrastra y las hojas,
en este baile conmigo sin mi,
me cuentan cada una de tus cien mentiras.

Y tu, que no te imaginas cuantas he llegado a creer, 

me dices que todo pasa,
que todo cura,
que todo sana.

Tropezamos una y otra vez 
en la misma piedra hasta que, 
volviéndonos adictos,
asumimos que es la columna que nos sostiene.

Y después de todo esto
lloramos un rato,
escuchamos a Urquijo,
llamamos puta a la vida
y seguimos pensando que va a seguir sin sonreírnos.

Asimilamos que nada va a cambiar
y nos lamentamos por ello.
He perdido la cuenta de las veces que le he ordenado a mi olvido olvidarse de ti.
Y la de las veces que he gritado tu nombre en sueños.

He perdido la cuenta de tus falsos "te quiero"
y como siempre, en un baile de dos, sale uno más dañado que otro.
Como el efecto colateral del todo.
Como el esfuerzo inútil por intentar frenar aquello que queremos evitar.

He perdido la cuenta de las veces 
que te he mentido mientras me creías.
Y también de las verdades
que te he dicho sin que tu me creyeras.

Me he olvidado por error
de la angustia de los domingos
y de aquellos furtivos besos que sucedían entre las líneas blancas de los pasos de peatones,
en los semáforos rojos.

Me he olvidado de llamarte,
de tu cara, de tus fotos, 
de tus recuerdos y, por supuesto, 
de todos los planes que trazaba en la ducha, escuchándote de fondo.

Me he olvidado de vivir,
o de intentarlo al menos.
Lo estoy logrando, 
ahora solo pasan los días.

Ya no me gustan las matemáticas,
ni los idiomas si no vienen de tu boca.
Ya no me gustan los sentimientos,
creo que va siendo hora de despedirme de ellos.
Y de ti. Y de mi. Y de todo aquello que fuera un nosotros.

La pasión sabía mucho mejor siendo infiel.
Qué malo es tener razón.
Qué malo es no dejarse llevar.




domingo, 1 de marzo de 2015

Una aventura hacia lo absoluto.

Una aventura hacia lo absoluto.
La perdición de tus ojos.
La luna pintada de plata.

La madera lisa.
La onda planchada.
Las 14 vidas de una pareja de gatos.
Y nosotros, que no sabemos como malgastar la que tenemos.

La palabra tiempo, atrapada entre tinta y papel.
El sabor del aire.
La alegría de las hojas,
cuando interpretan su baile.

La manzana violeta,
la barra de labios morada,
la sangre púrpura,
la piel estrellada.

Y luego estás tu, y yo.
Y tal vez esa mentira que cuentan sobre París.
La ciudad tan solo se queda,
cuando los recuerdos permanecen vivos en ella.

Y estamos tu, y yo.
Y frank sinatra,
y una fanfarria.

Estamos tu, y yo.
Y cuarenta mentiras.
Cincuenta.
Sesenta.
Palabras no dichas.

Logros conseguidos
que jamás he logrado mantener.
Y un millón de pecados
que no debí prometer.

Y ahora que ya no nos hablamos,
o mejor,
que no sabemos cómo hacerlo;
ahora, que solo nos entendemos con susurros y música.

Ahora, dime tu cómo olvido
obras que nunca intenté recordar.
Ahora, dime como logro
dejarte atrás.





domingo, 22 de febrero de 2015

Cuestión de gravedad.

Peor que el olvido,
fue frenar las ganas de verte otra vez.
Peor que el olvido,
fue volverte a ver.

Peor que el inconformismo desdichado,
que las lágrimas secas,
que las luces oscuras
y que los ríos desiertos.

Peor que el cielo sin estrellas,
que los árboles sin hojas,
las playas sin arena
y los relojes sin agujas.

Peor que marzo sin abril,
primavera sin deshielo,
realidad sin fantasía
y gris sin negro.

Peor, fue tu cama sin mi.
Tu mesilla sin mis libros,
tu almohada sin mi aliento,
tu cuerpo sin el mío.

Peor que todo esto,
fue la incertidumbre sin verdad,
la utopía inalcanzable,
la cadencia suspensiva mal resuelta,
y un verano sin ti.

¡Lo peor de todo!
Más malo todavía,
aun queda escondido,
en lo más recóndito de nuestra vida.

¿Qué pasa si no admito 

que fui yo quien te abandonó?
¿Qué pasa si no lo niego?

Que al perderte tu,
fui yo detrás.
Y volver a hacerlo
es lo que más temo.

¿Qué pasa si te beso los lunes,
si te pienso los martes,
si te reto los miércoles
y te olvido los jueves?

¿Y qué si todavía no lo entiendo?
No sé si te vas por lo que soy
o por lo que sabes que nunca seré.

¿Y qué si el tiempo se agotó,
si se nos pasó la oportunidad?
¿Cuánto hace que tu y yo
no desafiamos a la gravedad?


domingo, 15 de febrero de 2015

No me arrepiento de la vida que he escogido, solo de la soledad que esta conlleva.

Si el besarte fuera solo eso, 
besarte:
no flotaría sin miedo a caer en una nube inexistente
no viviría con miedo de que un día me faltes
no presenciaría miles de flores negras durante el día;
ni de colores por la noche.

Si el besarte fuera solo eso,
besarte:
lloraría cada amanecer al recordarte
bailaría sin ton ni son bajo las estrellas
disfrutaría cada tono azul
y las fuentes estarían secas.

Si el besarte fuera solo eso,
besarte:
el tiempo pasaría lento
no me reflejaría en los espejos
ni me arrepentiría de haberme rendido tan pronto.

Si el besarte fuera solo eso,
besarte:
no me quemaría con hielo
no habría puesto distancia de por medio
no habría prometido imposibles
ni habría ardido en las cenizas de la desesperación.

Si el besarte fuera solo eso, 

besarte:
no leería sendas ajenas
ni sumaría palabras extrañas
no andaría por el coseno ruso
y no resolvería ecuaciones inexistentes.

Si el besarte fuera solo eso,
besarte:
no habría olvidado recordar
que segundas partes nunca fueron buenas
no habría dejado que nada me cegara
no borraría las noches en el día para no volverte a ver
y probablemente, no lloraría para no ver llover.

Si el besarte fuera solo eso,
besarte;
Si el besarte fuera solo eso,
soñar;
Si el besarte fuera solo eso,
respirar;
Si el besarte fuera solo eso,
quererte;
Yo, seguiría sobreviviendo.







domingo, 1 de febrero de 2015

-46-

Soy el ave fénix, porque siempre renazco de mis cenizas.
Soy la aguja de mi pajar, porque no me encuentro ni yo misma.
Soy las flores tatuadas de tu costado y el agua de las cascadas que se desmelenan en cada gota.
Soy cada una de las líneas divisorias de este mundo, o de cada compás.
Soy la incertidumbre de tus ojos y la sinceridad de tus labios.


Soy la puntualidad del reloj de arena y el último granito de la misma.
El cristal transparente y la verdad traslúcida.
El color amarillo ámbar del fondo de un cuadro o el sueño del que no queremos despertar.

Soy la mañana, y también la tarde. 
El medio día y el insomnio de noche.
Soy el enfado y la vuelta y media de tuerca. 
La religión y la ciencia.

Soy la negación absoluta y el no saber decir que no. 
La utopía y la certeza.
Soy el respirar profundo para ahogarse en recuerdos.
El minuto 59 de la perfección inconclusa y el número 21.

Soy el agua camuflada de nube porque me gusta verlo todo desde arriba. 
Y el punto más oscuro del pozo sin fondo.
Soy el cansancio y la actividad. 
La vida, que es muy puta y todas las alegrías de ella.
La terapia de turno y el ángulo convexo. 
La playa y el amanecer.

Y al final del día, acabaré como acaban los grandes:
Como vive Sabina, como triunfó Estopa, 
como cantaba Extremoduro, como componía Vivaldi, 
como miraba Mecano, como bebía el Mago de Öz, 
como llenaba Melendi. Acabaré siendo yo.



domingo, 25 de enero de 2015

Los domingos me suelo jurar que cambiaré de vida.

Los domingos suelo jurarme que cambiaré de vida y todos los lunes recaigo en el mismo bucle de siempre. 
Los martes digo que echaré la siesta y los miércoles hago un esfuerzo sobrehumano para no llamarte. 
Los jueves son días especiales, días de espera y de sentarme sobre un piano a cantarle al sol, a las estrellas, a la luna y a ti, que te veo reflejada en ella. 
Los viernes son días de descanso, donde quedarse soñando despierto de día y salir a vivir de noche es lo usual.
Los sábados, son día de poesía, de labios rojos y de lencería negra; de roncola cargado y arrepentimientos hasta altas horas. 

Y los domingos, los domingos pienso. 

Mi corazón quiere vacaciones porque dice que está cansado de mentiras. 

Y puede que tenga razón, que al fin y al cabo necesitamos un descanso. 
Pero de nosotros mismos, de nuestros sentimientos,
de las inseguridades, de nuestros miedos, 
de los amantes rotos y de los nuevos; 
de los madrugones y de acostarse tarde, 
de las malas contestaciones y de los dolores. 

Descanso de tomarse la vida en serio y renovarse o morir en el intento. 

Que hay miles de cosas que merecen la pena ahí fuera y nos centramos en aquello que nos agobia; realmente, las cosas tienen la importancia que queremos darle. 

Pastillas para no dormir, cartas perfumadas, orgullos que desaparezcan y sentimientos pintados en la piel del cuerpo, a la vista. 

Abrirnos a que nos lastimen, porque los corazones rotos siempre se curan y prometernos que todo saldrá bien, que la felicidad está dentro de nosotros. Que estoy cansada de esta vida y la quiero dejar atrás, no volver a andar el camino recorrido, pero es imposible no mirar a las espaldas.
Y es entonces cuando me suelo jurar que cambiaré de vida.




domingo, 18 de enero de 2015

🔺💮

Pongamos una baraja sobre la mesa, por no decir todas las cartas.
Pongamos dos chupitos de tequila, por no decir las penas.
Pongamos todas las mentiras, por no decir todo lo malo.


Pongamos dos rosas, por todos los 14 de febrero inexistentes.
Pongamos cuatro fotos, una por cada estación (de Vivaldi)


Pongamos dos tarjetas de crédito cortadas, porque lo realmente bueno no se compra con dinero.
Pongamos dos imanes, porque los opuestos se atraen.

Y ahora, pongamos cuatro poemas y una canción a punto del exilio.
Un par de tacones y una corbata cuyo nudo está mal hecho.
Una cadena de cosquillas que sube por mi costado y un enero que se me está haciendo muy cuesta arriba.
Un libro en blanco y un cuaderno con páginas arrancadas.
Un bolígrafo sin tinta y una escalera que solo baja.
Una regla que no mide nada y un marcador que solo pone puntos imposibles de detener entre el tiempo y el espacio.

Una orquesta sinfónica muda cuyo director es el silencio, y una guitarra sin cuerdas.
Unas gafas que no amplíen, sino que nos ciegue de las desgracias.
Una cadena que no ate a nada y unas ojeras como causa de la alegría.
Unas olas sin marea y una cama sin sueño.
Un camino hacia ninguna parte y unas flores sin perfume.
Un diccionario sin A ni Z y uno de sinónimos y antónimos que no esté enfrentado.

Un amor no descontextualizado y que no eche de menos. Y una esperanza que no mate el tiempo esperando.
Un tren al que te puedas subir en cualquier estación y un autobús que nunca se escape.
Una carrera ganada, y un sueño concluido.
La comisura de tus labios como fin del mundo y pestañas que provocan tsunamis en la otra parte de la tierra.
Cafés que queman más que el fuego y besos más fríos que un glaciar.
Palabras que tienen más mentiras escondidas que significados en su polisemia, y actos más sinceros que la verdad con su cara más oscura.

Qué irónica la vida, como se burla de nosotros.
Que valientes somos, que seguimos respirando.
Que insensatos, que nos suicidamos cada día.
Que ilusos, que creemos que el amor existe, pese a ser solo un proceso de liberación de feromonas que quiere sentirse reiterado.

Qué ciegos estamos, para aquello que nos hace daño.
Qué sentidos, que añoramos lo que un día nos hizo felices.
Qué inconformistas, que queremos la perfección.
Qué luchadores, que buscamos el disfrute en lo más simple.



domingo, 11 de enero de 2015

Dime algo que no sepa.

Dime algo que no sepa,
por ejemplo:
que tu tristeza siempre fue una excusa,
que mis dedos fueron flores subiendo por tu costado,
que me echas de menos y sabes a sal,
que te destrozó no intentarlo,
que tu cama es el lugar más frío de esta parte del mundo,
que llegas tarde a todos los sitios
porque vives en el pasado.


Dime algo que no sepa,
por ejemplo:
que no me quieres,
que eres feliz,
o que, de puntillas,
llegas a tocar las nubes de mi cabeza.



Y ese es el placer de abrir un libro cualquiera por una página cualquiera. Aunque en este caso no es un libro cualquiera, es mi libro preferido. Y tampoco es una página cualquiera, es aquella que el destino me ha brindado.
Así que bien, deja de imaginar que tienes el control sobre ti y comienza a pensar en todo aquello que no sabes.


Dime algo que no sepa,
por ejemplo:
que las cuatro esquinas de tu cama se sienten vacías sin mi olor,
que mis labios rojos siempre han sido tu perdición,
que en realidad mi locura tiene solución 
y es, que muera entre tus brazos.


Que tienes miedo de decir la verdad
y que solo tenemos ojos para aquello que nos ciega.
Que en el fondo, ningún te quiero fue mentira, y que las nubes lloran porque tu ya no estás.
Que el sol brilla un poco más cada vez que nace alguna sonrisa,
pero que la tormenta se desata cada vez que esta muere en mi boca.


Dime algo que no sepa, 
dime algo que preferiría no saber.
Dime algo que me de un motivo por el que seguir aquí luchando.
Algo que me haga creer que el mundo es un poco mejor día a día.

Dime algo que me haga desconfiar pero a la vez creer.
Que rompa las cadenas que amordazan mis sentidos, 
que desate una utopía incierta en la que creer.


Dime algo que me haga volar, sentir, perderme, aunque sea por un segundo.
Dime que también eres un amante roto, y que me entiendes en mi desdicha.
Dime que no hay días malos, que todo se arregla si cierro los ojos con fuerza. 
Dime que puedo cambiar el mundo, aunque sea mentira, que si estoy loca, es cosa mía.


Dime que soy bonita en pijama,
aunque siempre me hayas preferido con maquillaje y la raya pintada.
Dime que te encanta que escriba, aunque la mitad de veces no me entiendas. 
Dime que me sacarás a bailar, 
no hace falta que sea un vals. 
Loquillo, La Guardia y Los Madison me valen.

Dime la verdad en algo, y hazme libre.