jueves, 5 de diciembre de 2013

Sueña

¿Sabes? Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Tú eres mejor que eso, tú puedes lograr todo aquello que te propongas. No dejes que nadie te convenza de lo contrario, ni siquiera yo, porque muchas veces, me falta valor para intentarlo a mí también.
Si piensas en volar, hazlo. Si piensas en correr, hazlo. Hazlo hasta que tus piernas digan basta o hasta que se corten tus alas y, cuando esto pase: para, descansa y continúa de nuevo.
Esa gente que hoy te dice que no puedes lograr todo aquello que te propongas, es la misma que un día intentó ser como tú y no pudo. Porque, quien de verdad te quiere, te apoyará siempre, te ayudará a lograr tus sueños y creerá contigo que los imposibles también existen.
Nadie dijo que fuera fácil, solo dijimos que todo era posible, con esfuerzo y sacrificio, todo se consigue. Todo lo que hagas hoy, te será devuelto en un futuro. Una vez leí una frase que me hizo darme cuenta que de que todo lo que hagas, es un reflejo de cómo eres: “Todo acaba saliendo a la luz, tanto bueno como malo. Ten cuidado con lo que escondes”
Si quieres que la gente te respete, respeta. Si no quieres ser lastimado, no lastimes. Si no quieres ser engañado, no engañes. Pero, nunca des una imagen falsa de ti, o una que no quieres que la gente conozca.
Si cuesta, merece la pena. Si duele, también, porque siempre habrá una recompensa. Desde aquí, te digo que luches por tus sueños, por lo que de verdad quieres y por lo que crees que te mereces.
Si te vas para lograrlo, hazlo. Si te vas, sigue adelante, no mires atrás. Porque, si lo haces, verás cómo sigo esperándote mientras me pregunto que, si no eras para mí, por qué la vida me enseñó que tú existías. Puede que para aprendamos que esta es injusta, puede que así aprendamos a valorar a las cosas y a las personas antes de perderlas, puede que para enseñarnos que, si puedes soñarlo, puedes hacerlo realidad.






domingo, 1 de septiembre de 2013

True love?

¿El amor verdadero? No sé si existe y, sinceramente me da igual si lo nuestro es eso o no. Cuando te vi, mi corazón dio un giro de 180 grados. Contigo padezco una sensación extraña de sentirme pequeña y grande a la vez. Y es que, la verdad, cuando me miras, me siento la persona más insignificante de este mundo pero no por ello relevante. Cuando me escuchas, la más grande, aquella que a pesar de su tamaño, es oída con gran atención, con placer de escuchar cada una de las tonterías que salen de entre sus labios y cada frase motivadora, filosófica o llena de coherencia.
Me haces ver perfectamente tus imperfecciones, hasta tal punto de que ame cada una de ellas. Y es que, se trata de eso, se trata de que quiero levantarme cada mañana a tu lado, quiero memorizar cada uno de los lunares de tu espalda, cada una de tus sonrisas, de tus miradas…
Quiero tenerte siempre cerca de mí porque, a las mujeres, se nos enamora día a día, poco a poco, hasta que te das cuenta de que valoras más una sonrisa suya que cualquier noche loca, que valoras más cada beso y abrazo que cualquier lio y que solo te hace feliz el hecho de que ella también lo sea. Porque el amor es eso, es sentir que la vida se te escapa de entre las manos si no estás con ella. Cuando quieres a alguien, te da igual cruzar cielo, mar y tierra solo para hacerla feliz. Cuando estés dispuesto a sacrificar toda tu vida por ella y, a morir por alguien solo por el hecho de no querer que falte ni un solo día de tu vida, es que estás verdaderamente enamorado. Cuando de verdad sientas que la echas de menos siempre que respiras, es cuando merece la pena compartir tu vida con alguien así. Pero, no hagas que tu sonrisa solo dependa de la de ella, habrá un día en el que no esté y tendrás que aprender a sonreír por ti mismo y por todo lo que te queda por vivir.   



Con los pies en la tierra y el corazón en el cielo.

¿Sabes? No tengo complejo de adulta pero tampoco de niña. Soy como soy y me gusto como tal. Sí, es cierto, me gusta ir adelantada, aprender y experimentar porque, esperar duele y cuesta demasiado, pues no se suelen cumplir esas expectativas; pero, también necesito a veces que me recuerden mi edad. Hay mucha gente que lo hace, mis padres, algunos amigos… Pero, de manera demasiado brusca, de manera efímera y rápida. Por  eso, aprovecho cada charla contigo, porque me muestras la realidad tal y como es pero de una manera sutil.  Porque eres de las pocas personas que lo hacen, porque entre tontería y tontería y entre broma y broma, me ayudas a ir encontrando mi lugar, mi sitio, perfilando mi manera de ser. Porque, te muestras tal y como eres, con una transparencia necesaria pero a la vez codiciada. Porque, me ayudas  a estar con el corazón en el cielo y los pies en la tierra.



Las palabras duelen.

No lo sabes, no la sientes como yo, no la critiques pues. Somos personas que, estudiamos horas y horas al día, vivimos en el conservatorio y, soñamos con partituras clasicistas y barrocas, con bandas sonoras… Y con ilusiones musicales que probablemente, sean igual de importantes que las tuyas de ser futbolista, modelo o médico.
Me parece bien que no quieras oírme, que no quieras escucharme y, cierto es que yo no te voy a obligar. Pero, más que nada, ten un poco de educación y, no te rías porque, ponemos todo nuestro empeño para lograr la melodía perfecta. No entiendes lo que es para mi la música, no lo logras comprender… Tampoco te pido que lo hagas, pero por lo menos, tenle un respeto, porque, tus canciones favoritas salieron de un acorde de piano, del puntear de una guitarra o de la imaginación de un cantautor.





¿La conoces en persona? ¿Te has molestado alguna vez en hablar con ella? No! Y entonces… ¿cómo sabes que no te gusta, si es guapa o fea, si es simpática o, si también tiene corazón?
Tú simplemente te dedicas a juzgarla, sin conocerla siquiera, dando por hecho cosas que, probablemente no sean ciertas.
Decirle “gorda” a una persona provoca miles y miles de sentimientos, humillación, desprecio… Provoca horas vomitando, chicas llorando y con pensamientos que, si conocieses, callarían aquellas palabras que escupes.
Decirle “p***” a una persona, provoca llantos continuados mientras tu continuas metiéndote con ella. No te molestas en conocer sus razones, sus motivos, su vida o su ideología y credenciales, siempre piensas por ti mismo e imaginas realidades ficticias. No sabes siquiera si es virgen o no, a veces, solo usas este insulto porque no puedes tenerla o porque la ves hablando con personas del género opuesto. Hay un error de conceptos muy grande dentro de esta sociedad y dentro de miles de personas que la constituyen. Puede tener amigos, puede ser feliz, puede mantener conversaciones con gente más pequeña, de igual edad o mayores, no sabes su grado de madurez  ni si  se siente completa. El caso está en ponerle una etiqueta estúpida para alejarla de las personas que verdaderamente la quieren.
Decir “bollera” o “maricón” a alguien, es una de las palabras más horribles que hay en mi opinión, dado que se vale de insultos despreciativos para poner marcas y etiquetas a la orientación sexual de cada uno, siendo muchas veces esta la equívoca y usándose estos vocablos solo como opinión despectiva.  Sinceramente, ¿te importa su identidad sexual? ¿Te importa acaso de quien se enamore? Solo debería importante el hecho de que sea feliz si es tu amigo o, en caso de que no lo sea, no desearle ningún mal. Creo que, si te metes tanto con la gente y piensas tan mal de ella, deberías plantearte que, a lo mejor las raras no son ellas, si no tú, que te crees perfecto cuando en realidad, lo único a lo que te dedicas es a criticar al resto  para que bajen así sus niveles y así tú, sentirte superior. Si, tú! Plantéate que tipo de persona quieres ser, porque tus actos tienen consecuencias.


Ellas

Porque, mientras tú la tratas como a un objeto, llamándola solo cuando necesitas algo de ella, otro se muere porque esta le responda a los mensajes.
Porque, mientras tú piensas que es del montón, hay otro al que le parece una diosa.
Porque, mientras tú buscas una “Barbie” sin cerebro y la dejas por esto, otro la ve como la chica más inteligente y racional que va a encontrar.
Porque, mientras tú la rechazas cuando deja de interesarte, otro se muere por abrazarla.
Porque, mientras tú no la escuchas por ser demasiado inteligente o creerse superior en vez de ver su punto de vista, hay otro que vela porque le responda a sus whatsapps.
Porque, mientras tú no le hablas primero por orgullo, ella está mirando cada dos por tres tu última conexión del whatsapp.
Así que, por favor, pensad que, lo que  vosotros no sabéis apreciar, otro sí lo hará. Y, ya para finalizar, queridos machitos, el orgullo separa más que la distancia.




PD: Así como dato, ser mujeriego no te hace más hombre, solo más imbécil.

miércoles, 3 de julio de 2013

¿Y cómo no iba a enamorarme? Si siempre supo como hacerme sonreír.

Siempre supo poner la sutileza de su lado, siempre consiguió que me quedara despierta por él, fuera la hora que fuera. Siempre supo la manera ideal que hacerme sentir una princesa. Siempre supo destacar hasta las cualidades que ni yo sabía que aguardaban en mi interior. Siempre buscó tiempo para mí, siempre me hizo felíz. Siempre supo cuál era mi punto débil y me ayudó a fortificarlo, ya fuera aprovechándose de él o, no permitiendo que me cayera. Y, cuando lo hacía, intentaba levantarme y, si no podía, se tumbaba a mi lado. Era una de esas personas que, aunque no lo demuestren, tienen corazón. De esas que son criticadas por muchos por envidia. De esas que, tontean todo el día contigo, con tal de seguirte el juego… el juego del amor, que tantas trampas montan y desvarían para acabar con trucos que finalizarán en besos. Era una de esas que, enamoran porque, cuando les gusta alguien, son capaces de mover cielo, tierra y mar para conseguir lo que se proponen. De esas que no se preocupan por ganar el mayor número de besos posibles, sino por el mayor número de sonrisas. De esas que son diferentes y que, enamoran y cambian por quién haga falta. De esas que, te hacen sonreír a cualquier hora del día y que, se convierten en tu único deseo a lo largo de tu vida.



Gracias por todo, puede que no fueras lo mejor para mí, eras lo que necesitaba en ese momento. Alguien que me enseñara las lecciones más valiosas que en esta vida debía aprender.

martes, 25 de junio de 2013

Otro matiz con el que ver la vida.

Cada individuo tiene una ideología distinta, como seres humanos, somos racionales y creemos y pensamos de diferente manera. Seamos creyentes o no, nos guiemos por la ciencia o por la religión, nuestra manera de pensar es solo nuestra y no nos la puede quitar nadie.
Mucha gente cree que no tiene motivos por los que vivir, se dedican solo a la monotonía de sus días o, simplemente, la vive minuto a minuto, pero, siempre llega el día en el que volvemos la vista atrás y nos damos cuenta de que, nuestro índice de ganancias es más bajo que el de pérdidas, moralmente hablando o de que, simplemente, hemos vivido demasiado pronto.
Para todas aquellas personas, que sepan que yo creo que: Todos nacemos porque hay alguien o algo que así lo desea, porque en el mundo tiene que haber de todo y porque todo el mundo tiene una misión en esta vida.
A veces, ser un pacifista importante, una gran cantante o músico, un magnífico escritor, un grandioso médico o un arqueólogo resurgidor  de antiguas colonizaciones…
Todos dejan huella pero, aparte de estos, nacemos las personas que, pasito a pasito, levantamos el mundo y que lo ponemos en movimiento. Tal vez no dejemos huella en millones de personas pero, si en los suficientes corazones como para que ciertas personas sonrían al recordar nuestro nombre. Si tú estás leyendo esto ahora mismo, es porque probablemente, tengas algo que aprender de esto, te formes una opinión semejante o contraria, algo quiere que poseas esta información. Cada vez que hablas con alguien, aprendemos de ella, así como ella aprende de nosotros. Todos tenemos una misión en la vida, ya sea enseñarme algo, sacar una sonrisa a alguien, avisar a cierta persona o conocer simplemente, por eso vives.
Tanto yo como el resto de la gente que me rodea, nacemos libres, con la posibilidad de elegir que camino debemos tomar para cumplir nuestro propósito. Hay dos opciones, el bueno: en el cual damos las lecciones necesarias y ayudando a la gente tendiéndole nuestra mano; o, el malo, por llamarlo de alguna manera, pues no es malo, ni tampoco cruel. Es más bien, el alternativo, en el cual ayudamos a la gente a tropezar, poniendo piedras y obstáculos en su camino porque, así les ayudas a caer, para que aprendan a levantarse por sí solos.
Todo el mundo nace con el poder de la elección y, al cabo de nuestra vida, nos dejamos guiar por ambos, solo debemos aprender a escoger en cada momento el que más nos conviene y con el que podemos ayudar y ahorrar sufrimiento a los demás, sin descuidar nuestra felicidad propia.

Ahora, recapacita, piensa, sueña y sigue con tu vida después de leer este insignificante punto de vista que, probablemente te ayude a ver la vida con otro matiz y otra perspectiva.

Dedicado a mi pequeña saxofonista, ¡sonríe princesa! Nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.





jueves, 13 de junio de 2013

¿Ella? Otro motivo más por el que seguir luchando, por el cual levantarme cada día.

Vivimos por y para ella, no hay nada igual. Podemos dormir un mínimo de cuatro o cinco horas todos los días por el hecho de estudiarla, por el hecho de vivir amándola, por el hecho de tocarla. No son notas ligadas o stacattas, no son simples acordes, no se toca, se interpreta. No te gusta, la amas. No la notas, la sientes. No la escribes, la creas. No la desarrollas, le das vida. No la escuchas, dejas simplemente que entre en tu cuerpo llenándote de vida, calma y paz interior. No te emociona, no te hace recordar, simplemente trae tus mejores o peores recuerdos a la punta de la lengua o los intenta dejar escapar mediante tus lágrimas.  No te emociona, saca lo mejor de ti en cada bocanada de aire, en cada movimiento de la mano. No te dispersa de la realidad durante un tiempo, simplemente te transporta a otra dimensión. No te relaja, entra en sintonía
con tu cuerpo. No te hace moverte, simplemente, fluye por tu interior bailando al son de cada fusa, de cada blanca, de cada tiempo, al son de cada compás…
Porque, somos gente que sin ella no podría vivir. Da igual si es moderna o clásica, electrónica o heavy, reggae o rap, todo es música. Así como el arte o la pintura, todo es cultura. Todo es una forma de vida que, muy poca gente entiende y aprecia. Hoy me he dado cuenta de ello, de que hay gente que no puede vivir sin el Scherzo de Piano, sin un Vals de Chopin, sin una partitura de banda o sin el Pachelbel’s Canon. Hoy me he dado cuenta de que, me incluyo entre esa gente que necesita decir “No puedo salir, debo estudiar armonía” o “¿Me ayudas con historia de la música?”, de esa que necesita pasarse las horas en el conservatorio de cabina en cabina, estudiando o, simplemente improvisando con los que, después de muchos ensayos y clases, acaban por ser nuestra familia. Una familia compuesta por saxofonistas locos, oboístas soñadores, flautistas sentimentales, guitarristas flamencos, trompas desenfadadas, trombonistas ligones,  trompetistas exigentes, clarinetistas ilusionados, violinistas desafinados, violonchelistas  extravagantes, percusionistas que no solo hacen ruido, pianistas enamorados y miles y miles más. Una familia que, une a personas semejantes, tengan la edad que tengan, por lazos comunes, estrecheces y casualidades. Una que, se apoya en todo; una que, deja huella. Que te marca para toda la vida. Que siempre está ahí, dispuesta a acompañarte si hace falta o a formar un dueto. Una que, te quiere y con la que compartes el amor hacia la música.
Sé que probablemente, estarás pensando que estoy loca, que desvarío o que soy soñadora, infantil y peque pero, ¿sabes qué? Los mejores músicos lo estamos.

Fdo: Una soñadora loca, princesa sin corona, amante de la música, cantante de ducha y peque♥

Dedicado a: Mi pequeña gran familia de músicos y a todo aquel que se sienta identificado con esto.

“En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.”   Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.
“La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu.”                     Miguel de Cervantes (1547-1616) Escritor español.
 “La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía.”  Ludwig van Beethoven (1770-1827) Compositor y músico alemán.




lunes, 10 de junio de 2013

Todo conforme

Las personas solemos ser conformistas, defecto o virtud, según el punto de vista, del que muy pocas veces nos damos cuenta. Las mujeres, no solemos serlo con frecuencia pues luchamos por nuestras metas, objetivos e ilusiones en la vida, en cambio, pocas veces luchamos por algo que nos hace verdaderamente felices, el amor. Se declara un chico y, a la más mínima lo rechazamos. No es mala fe, es el hecho de no habérnoslo planteado nunca o, que nuestro corazón está ocupado. Sí, por ese alguien que pasa de ti, que te ignora, que probablemente no sabe de tu existencia pero la cual, al fin y al cabo, es tu amor platónico.
Después, el proceso se repite una y otra vez mientras tu desperdicias a gente que merece la pena. Al no luchar por tu propia felicidad, no vamos hacia ese deseo que queremos lograr, simplemente, hay un día en que nos cansamos de seguir luchando, de esperar , de mojar la almohada con nuestras lágrimas; nos cansamos de que no notéis nuestros cambios de ánimo, lo que nos parece mal o nos incomoda, de que no notéis el vestido despampanante, el rímel en las pestañas o el peinado nuevo.
Llega el día en el que nos chocamos contra algo que nos hace despertar, oyendo por primera vez esa voz que dice: “El amor es ciego  y el final es triste. No hay nada peor que el no ser correspondido pero, no te arrastres, no se merece ni una sola de tus lágrimas”
Es entonces, en ese preciso momento en el que te das cuenta de todo lo que has perdido, de lo que de verdad merece la pena y que siempre ha estado delante de ti, diciéndote que te quiere, mientras tú eras la que pasaba de él. Reconoces que no todo es aquel al que idolatrabas y que, también hay más gente que puede hacerte felíz, personas que sí te merecen. Es, en aquel instante en el que vuelves a ser la misma con aquellos que te juraron amor, vuelves a abrir tu corazón y… aprendes a ver los pequeños detalles de la vida. Si ellos siguen enamorados, si siguen luchando y nunca se rindieron, te reconquistarán, te enseñarán a amar y a ver que todo aquello cuanto deseabas se encuentra ahora delante de tus ojos.
Sí, también sé que ahora mismo estás pensando en alguien, porque, a todos nos ha pasado esto alguna vez así que, ¡corre! Ve a por lo que siempre ha sido tuyo y no lo dejes escapar... pero, date prisa… puede que ya sea demasiado tarde.
PD: A las señoritas, valorad lo que tenéis delante de vuestros ojos, tendemos a enamorarnos de personas que solo nos van a hacer sufrir mientras aquellas que de verdad merecen la pena son aquellas que siempre están a nuestro lado y a los que siempre damos de lado.

A los caballeros, insistid, algún día llegará vuestra princesa. Nunca las dejéis caer y, si llegáis demasiado tarde, tendedles vuestra mano. A las mujeres no hay que entenderlas, hay que quererlas.



domingo, 12 de mayo de 2013

El lugar donde los sueños se hacen realidad



¿Edades? ¿Altura? ¿Raza? ¿Color? ¿Sexo? O ¿Religión? El amor es amor y no entiende de eso. El amor es sentir que necesitas a ese alguien para poder seguir sonriendo, pues si no, tu vida se escapa entre suspiros. Porque, aunque nadie depende de nadie, necesitamos sentirnos queridos por otros que son asimismo importantes para nosotros. Cuando se quiere a alguien, nada es suficiente para hacerlo feliz. Debemos luchar por lo que de verdad sentimos porque… ¿Quién no ha sentido ese momento en el que, las miradas se cruzan, los ojos se encuentran y las sonrisas asoman? ¿O aquella vez en la que te quedaste reflejado en la mirada de otra persona, para luego poner una mano en su cara, acariciando suavemente cada rasgo, buscando con tus labios los suyos?
¿Sabes una cosa? No quiero perderme ni una sola cosa de ti, velaré tu sueño cuando duermas con tal de no perderme ni una sola de tus respiraciones. Me da igual si eres un hombre o una mujer, si eres alto o bajo, feo o guapo, inteligente o pícaro, solo sé que te quiero y que, no deseo otra cosa que no sea tu amor porque, ser amado sin corresponder es la peor sensación del mundo; amar tú y no ser amado, un sufrimiento y, estar enamorado de alguien que no te da ninguna respuesta, un comedero de cabeza.
Puede que alguien opine que decir las palabras “amor”, “te quiero” y “enamorar” son un poco fuertes pero, yo por el contrario, creo que deben ser utilizadas cuando el sentimiento así lo requiere pues, nunca debes decir “Te amo” si no es verdad o, estarás jugando con los sentimientos de otra persona.
Por favor, acuérdate de algo, si la vas a querer, la quieres con todos sus defectos y no le pidas que cambie nada porque, es perfecta tal y como es. Si te enamoras, lo haces de su personalidad, de su forma de ser y de lo que ella te aporta, no de un físico, porque ese último se irá mientras el resto perdura. Porque, lo verdaderamente importante es, como eres tú cuando estás con él/ella, como te hace sentir… pues, puede que te esté llevando al cielo o, incluso más lejos, más allá de las nubes, al lugar donde los sueños se hacen realidad.


domingo, 5 de mayo de 2013

Abrázame y no me sueltes nunca, por favor.


Te me vas y, veo que no puedo hacer nada por evitarlo. Sinceramente, te quiero, pero tengo miedo. Me han dado demasiados palos y, por ello, no voy a dejar de amarte, ni tampoco de confiar… pero, ya me han fallado demasiadas personas. He perdido tanto y he ganado tan poco antaño, que no quiero que vuelva a suceder. Ahora mismo, estoy confusa porque, sin ser amigos, tenemos algo especial; sin ser novios, te quiero; sin ser hermanos, lo daría todo por ti… pero, entonces ¿Por qué no intentarlo? Porque la diferencia de entre tu ‘’te echo de menos’’ y el mío, es que el segundo es verdad.  No sé qué hacer, no sé qué decir, no sé si hago bien o, si por el contrario, cometo un error. Uno, que cometería mil veces más.
Te juro que no fue mi intención hacerte daño… dijeron algunos, otros en cambio, me dijeron que era yo la que había cambiado. ¿En serio? Las comparaciones son odiosas. Nunca seré aquella de la que te enamoraste alguna vez, pero, no pretendo brillar como ella, simplemente quiero ser otra nueva estrella de tu firmamento. No de las fugaces que tanto lucen y de las que su amor es tan corto  y tan largo su olvido, sino de esas que duran miles y miles de años. De esas que, una vez muertas, siguen brillando a los ojos humanos durante mucho tiempo.
No quiero una tarde junto a ti, quiero una vida. No una conversación eterna, sino pequeñas charlas todas las noches durante la cena. No quiero una noche loca junto a ti, quiero dormir mecida por tus brazos, mientras me besas y velas mi sueño para que no me pase nada. No quiero despertarme cada mañana con una resaca sin saber lo que hicimos la noche anterior, quiero que me despiertes con unos buenos días princesa, recordándome que hoy, nuestros hijos tienen partido de futbol y concierto de banda. No quiero un rollo pasajero, quiero instalarme en tu corazón para no irme jamás de él.
Me da igual todo lo que diga y piense la gente, me da igual mientras sea feliz junto a ti. Llámame loca, soñadora o infantil, pija, cursi o malcriada, me da igual. Soy feliz por verte, por saber que, probablemente leas esto y no te sientas identificado, pese a que algo en lo más profundo de tu corazón te diga que va dirigido a ti, a aquel que tantas veces me ha sacado una sonrisa, ya sea en persona o a través de una pantalla. Porque, para mí los kilómetros no van a ser un impedimento, van a ser un beneficio, tal vez no pueda tocarte o verte, lo que me duele, pero puedo hablarte y, con escuchar tu voz o leer una sola palabra tuya ya soy feliz.
Porque, lo que verdaderamente importa, es el interior de las personas y, todo lo que conlleva el amar y ser amado. 



El lado bueno de las cosas


Nadie se merece morir de forma cruel, nadie se merece ver a su familia morir de hambre sin que tú puedas evitarlo, nadie se merece ver como alguien va a un sitio a cumplir su deber, aunque sepa que lo más probable es que no regrese jamás. Nadie se merece que le insulten, desprecien, maltraten, se rían de el…etc. Nadie se merece el sufrimiento, porque no hay nadie tan cruel en este mundo como para merecérselo. Aun así, éste debe existir, porque gracias a él aprendemos a valorar las pequeñas cosas de la vida, aprendemos el valor de un beso, una mirada, un instante; el valor de una canción, de un segundo, de una recompensa recibida gracias a tu duro trabajo, aprendemos a valorar una sonrisa, incluso hasta un simple gracias. ¿Es ese el secreto de la felicidad? No lo sé, puede que el secreto esté en las pequeñas cosas, en dar mucho y recibir poco, o en descubrir que a lo largo de tu vida, te han devuelto mucho más de lo que has dado. Puede que el secreto esté en vivir al máximo cada instante y disfrutarlo como si fuera el último, apreciar cada palabra y cada gesto, apreciar cada sonrisa, mirada o el resto de cosas que esta vida te pueda ofrecer, porque las oportunidades solo aparecen una vez en la vida, y cuando estas se presentan hay dos opciones: Aceptarlas y recibirlas o pasar de ellas. Generalmente la primera suele ser la acertada, aunque a veces no lo creamos así. La vida se basa en recibir y apreciar cada segundo de esta, cada nota de la melodía que te da, cada verso de los poemas, cada palabra de una frase, cada “Te quiero” que de dan en este mundo, se trata de vivir felices y de tomar solo la parte buena de esta.  El verdadero secreto está en la felicidad.


miércoles, 17 de abril de 2013

No, no me rendí. La verdad, nunca tuve motivos para quedarme.


No, no me rendí. Simplemente, me cansé de luchar por algo que sabía que no me iba a conducir a ninguna recompensa. Acabé cansada de esperar y buscarte desesperada  entre la gente. Eso se acabó. No pienso arrastrarme más, soy una princesa y, al final,todas deseamos y esperamos tener un príncipe subido en su corcel en nuestra puerta, que nos despierte todos los días con un, buenos días dormilona.
¿Por qué he decidido irme? Porque estaba harta de ser la última de una cola interminable, de ser la que siempre espera y la que nunca halla respuesta.  Me cansé. Lo siento si no soy lo suficientemente buena para ti, pero quiero ser real, no perfecta.


lunes, 8 de abril de 2013

If you could see me now.


Nos aferramos a la vida, como quien se aferra a la única cuerda que puede sacarte del abismo al trepar con ella. Acostumbramos a valorar las cosas cuando ya no las tenemos, cuando ya es demasiado tarde para intentar recuperarlas y por ello, nos hacemos daño a nosotros mismos.
Sí, es un error del que deberemos aprender solos, pero como el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra, lo volvemos a cometer, para no olvidar jamás lo incrédulos que somos por pensar que podemos desafiar a la muerte. Nunca lo ha hecho nadie y no podemos pretender llegar nosotros y comenzar una nueva etapa, de vidas inmortales y profundas y duraderas, imposibles de distinguir y perder, al igual que la primera gota que cae al pozo y que se pierde en la inmensidad de agua o, a aquella primera piedra que se coloca para construir el muro que nos protegerá de peligros como la indiferencia y la soledad.
Cada persona es como esa gota o esa piedra, única y especial. Sin la cual, no se podría haber llenado el pozo o formado el muro, pero que ahora no reconocemos, pues estamos demasiado ocupados pensando en un futuro constantemente cambiante, mientras nos olvidamos de esas personas que comenzaron con nosotros y que siguen ahí, pues el día que no estén les echaremos profundamente de menos.
Al igual que las estrellas, nuestra vida llega a su fin y, las más brillantes al igual que las personas con semejante lucidez, son ahora a las primeras que les toca su turno.
Las personas buenas se van antes que las malas, que quedan en el mundo para poder hacer ver a la gente que la vida es injusta, pero que siempre da una enseñanza en su misma medida, pues estas personas que permanecen enseñarán a nuevas generaciones futuras a valerse por sí mismos y a aprender que cuando te caigas, no habrá nadie para levantarte y que, tendrás que secarte las lágrimas, sonreír, mirar hacia adelante y seguir caminando. Es entonces cuando descubrirás que tipo de persona eres y, si debes tender o no tu mano a la próxima  persona que se caiga. Pues siempre hay alguien en el suelo y puede que esté esperando tu ayuda.
Las mejores personas son las de vida efímera, pero cuyo recuerdo queda para siempre guardado en la memoria de aquellos a los que quieres.
Te echo de menos, ojalá pudieras verme ahora 


viernes, 29 de marzo de 2013

We are young


¿Personas por las que merezca la pena luchar? Muy pocas y, cuando las encontramos, muchas veces no sabemos apreciarlas hasta que las perdemos.
Somos jóvenes y tenemos derecho a equivocarnos. Podemos cometer mil y un errores, pero son nuestros y nadie puede advertirnos lo suficiente para que no los cometamos.
Podemos subirnos en el tren equivocado, perdernos y bajar cuando queramos. Podemos cambiar de opinión una y otra vez, hasta un millón de veces si hace falta, porque nunca lo tendremos claro y, probablemente cuando así sea, se habrá hecho posible gracias a que hemos probado todo, por lo que, cuando os pregunten qué queréis estudiar, qué queréis hacer con vuestro futuro o que profesión queréis ejercer contestad: Ser un vividor de sueños imposibles :)


lunes, 25 de marzo de 2013

Suicidio


Siento frío, pues una ráfaga de aire hostil me azota la cara con fiereza al salir a la terraza del ático de aquel hotel. Aquella misma de la que pensé en saltar tantas veces y acabar con mi vida, pues tú me destrozaste, pero entonces,  y justo antes de dar el último paso hacia el suicidio, apareciste, sosteniéndome por la cintura y susurrándome al oído: No dejes que nada ni nadie te cambie, no dejes de ser única ni hagas que el mundo pierda a la joya más valiosa que ha tenido jamás.

Todos hemos pensado alguna vez que el suicidio es una salida, difícil de escoger pero eficaz a la hora de resolver nuestros problemas, aunque, personalmente no estoy de acuerdo.
Mientras tu rechazas y desprecias tu vida, otros niños del mundo, darían lo que fuera por tenerla, pues probablemente a ellos, les queden pocos días de vida, en caso de poseer algún tipo de cáncer. Otras veces, puedes querer suicidarte por cómo te tratan, pero sinceramente, alguien que te hace la vida imposible es porque o bien no tienen vida y se aburren o bien porque alguna vez intentaron ser como tú y no lo lograron.
Otro posible motivo es el amor y desamor, siempre siendo este primero tan traicionero, pues nació para que nos enamoráramos de esa persona imposible e inalcanzable o a veces, tan agraciado, que nos da felicidad plena en algunos momentos. En cualquiera de los dos casos siempre suele ir unido a la locura y al desamor, pues es probable que no nos salga bien siempre. Puede haber baches, o rosas con demasiadas espinas, pero, he llegado a aprender que por amor se da todo y no importa lo alto que sea el precio aunque a veces se trate de lastimarse a uno mismo. Somos estúpidos, decidimos enamorarnos de las personas que no nos quieren, dejando a las que sí lo hacen de lado. Pero no toda la culpa es nuestra, las personas vivimos en un mundo egoísta y egocéntrico en el que todo el mundo desea lo que no puede tener.
 Por ello, debemos aprender a convivir en esta sociedad, manipuladora y estricta y, también a saber elegir y escoger, pensando con la cabeza y sintiendo con el corazón.



Tras una máscara.


A veces, me gustaría poder esconderme tras una máscara. No ser reconocida por nada ni nadie y, poder vivir unos segundos en soledad de todo, poder ver desde fuera el mundo, para juzgarlo objetivamente.
Quiero salir de mi cuerpo, meterme en una burbuja y sobrevolar la tierra. Aprender el valor de las distancias, el pesar de la miseria y el sufrimiento, el poderío de los ricos y la voluntad y caridad de algunas personas, así como su buena fe. Quiero descubrir el calor de las estrellas y el color de la luna y el peso de la gravedad.
Quiero aprender de mis errores del pasado, para perfilar mejor las decisiones del futuro.
Quiero ser libre y aprender de mis propios errores.


martes, 19 de marzo de 2013

No sonrías que me enamoro.


Quiero despertarme cada mañana a tu lado, que lo primero en lo cual me vea reflejada sea en tus ojos. Lo primero que vea, tu sonrisa y lo primero que pruebe, tus labios. Quiero todo esto y más, una historia junto a ti, un presente y un futuro. Quiero un ‘’para siempre’’.
Ese momento tardará en llegar, pero mientras tanto, me conformo con un ‘’Bueno días, princesa’’ cada mañana, un ‘’Te quiero’’ nuevo cada noche, una sonrisa cada día y una mirada sincera. Me conformo con que al asomarme al balcón, te vea allí apostado, bajo mi casa, proclamando tu amor por mí y cantándome mil y una veces nuestra canción. Me conformo con verte, porque cada vez que lo hago, cada vez que me hablas, cada vez que me llamas, me enamoro más y más de ti. ¿La culpa? De tu sonrisa, de tu forma de ser. Por todo ello, voy a tener que empezar a decirte ahora el título de esta entrada, pues cada una de estas palabras es cierta, pues cada deseo que pedimos, de una manera u otra se cumple, aunque a veces no nos demos cuenta.


Ser feliz solo depende de ti.


El éxito es reconocer que somos útiles, humildes y desinteresados, ya que el amor, la sonrisa, el cariño y el respeto de los demás es la plataforma sólida de quien verdaderamente es exitoso. Se hace realidad aquel proverbio... siembra y recogerás.... lo demás viene por añadidura.
¿Cómo se puede terminar un dulce amor con el amargo sabor de la distancia, como se puede recordar un bello momento con una lágrima queriendo salir? ¿Cómo se puede recordar sin memoria?
Uno no busca el amor, el amor lo busca a uno. Uno no fuerza el amor, el amor lo fuerza a uno.
El amor a veces nos destruye el cielo o nos arregla el corazón, así como el beso que nos eleva es el mismo que nos baja, para bien o para mal. El amor nos suele transformar por eso hay que tenerle respeto, ya que estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable serlo alguna vez.



Hey Idiot! I love you.


Sabes que te quiero. Sabes que me fastidia cuando tardas media hora en responder, cuando no me coges el teléfono o cuando respondes con ‘’vale’’ a mis te quiero.
No me pides un beso, pero tampoco  me lo robas. No quedas conmigo pero tampoco me lo propones. No me llamas preciosa pero tampoco lo piensas.
Y, si sabes todo esto… ¿Tanto te cuesta hacerme feliz? ¿Tan poco te importo?
Pero sabes que pese a todos tus defectos te seguiré queriendo. Siempre estaré esperando, aun sabiendo que probablemente, mis súplicas nunca sean escuchadas. Una respuesta que calle mis dudas, que encierre en una caja que luego será destruida, mis lamentos. No me das una respuesta mágicas, de las que te dan alas, de las que callan con un beso o de las que cortan la respiración. Algún día me cansaré de esperar y me iré, entonces te darás cuenta de lo que tuviste y no supiste apreciar. Pero… hasta el momento, seguiré esperando como una idiota enamorada.
Creo que para cuando llegue ese instante en el que yo despierte y vuelva a la realidad, podré superar todo esto, pero… ¿Por qué no ahora? Porque aunque si esté despierta y en una realidad constante, no puedo asimilarlo. No el que no me quieras, sino el que tampoco me hables. Puede que no pueda vivir sin tus palabras, puede que ese vacío que dejes nunca vuelva a llenarse y puede que si lo haga, pero siempre dejando un huequecito en mi corazón, reservado por si algún día decides realojarte en el de nuevo. 


Confesiones.


Etapas de nuestra vida pasada quedan olvidadas, pero aun así, siempre conservan algunos recuerdos. A veces, estos nos martirizan toda la vida, o nos dejan marcados, nos traen una buena sensación o hacen  que nos desprendamos de unas pocas lágrimas.
Sufrí críticas y burlas, insultos y falsedades, pero todas ellas eran creadas por personas que apenas me importaban. Tú, sin embargo, fuiste la excepción, la única persona que podía hacerme reír, o levantarme de ese hoyo profundo, pero no lo hiciste. Simplemente, te dedicaste a creer a esa gente que quería hacerme daño a toda costa, y aunque ellos no lo consiguieron, tu sí, eras el que tenía algún tipo de influencia sobre mi y la usaste, pero de toda manera contraria a como hubiera esperado. Por todo lo que en aquel momento hiciste, por como actuaste, por tu manera de resolver las situaciones de la manera más cruel que existe. Me ataste con cadenas que hoy estoy dispuesta a soltar, desataré esos nudos que me unían a ti y abriré los candados que me mantenían presa. 
Basta de sufrir, acabemos esa etapa de la vida y empecemos otra, la de la positividad. Aquella en la que ser feliz día a día sea lo normal. No todo será fácil, habrá obstáculos que superar, pero ahora eres un peso menos cargado a mi espalda, por lo que avanzaré más deprisa a alcanzar esa felicidad que tanto tiempo estaba deseando alcanzar.



domingo, 17 de marzo de 2013

Y sigo aquí esperándote aun sabiendo que nunca hallaré una respuesta.


¿Que ha sido de todo aquello que teníamos? Ha desaparecido poco a poco y no me he dado cuenta. Se ha ido esfumando con el tiempo. Ya no soy tu princesa, ni tu mi príncipe. Tú lo sabías, pero yo no. ¿Fui estúpida por confiar en ti? Tal vez, pero aun así lo volvería a hacer otra vez.
Me abandonas, me dejas y me ignoras, como quien se cansa de un objeto y, cuando te pregunto, me prometes realidades ficticias, propias de cuentos de hadas.
¿La culpable? Yo, por seguir teniendo fe ciega en ti, por seguir fiándome de que ningún daño me vas a hacer cuando, probablemente, así sea.
Tengo un defecto muy grande, fiarme precipitadamente de la gente. Lo estoy haciendo contigo y pese a todo, seguiré esperándote, aun sabiendo que nunca hallaré una repuesta.


Something...



 ¿Algo que me gustaría? Que vinieras los fines de semana a cantarme bajo mi balcón.
¿Algo que apreciaría? Un ‘’buenos días princesa’’ cuando me levanto.
¿Algo que quiero? Un camino de pétalos de rosa y alguna que otra espina, que marquen nuestro viaje hacia un futuro juntos.
¿Algo que me haya hecho sentir viva? Nuestro primer beso.
¿Algo que volvería a repetir? Ese abrazo que me debías.
¿Algo que haría por ti? Todo y cuanto tú me pidieses.
¿Algo que siempre te daré? Mi cariño.
¿Algo que te puedo prometer? Siempre estaré a tu lado.
¿Algo que te puedo jurar? Te quiero.
¿Algo que te puedo perdonar? Un beso robado.
¿Algo que puedo mostrar al mundo entero? Mi manera de quererte.
¿Algo de lo que estoy orgullosa? De haberte conocido.
¿Algo que deseo? Solo quiero un deseo, una vida junto a ti.




La esperanza se disfraza y deja de existir.


Te lo dije, te lo advertí. Sabías que tenía razón y no me hiciste caso.
No escuchaste, no leíste mis cartas, pero sobre todo, no confiaste en mí. ¿Me siento traicionada? Un poco, por no querer aceptar mis palabras y por hacerte daño a ti mismo. Te expliqué que una vez puede ser casualidad, pero cuatro no.
Por favor, deja de lastimarte. No confíes, no creas nada de lo que te diga. No te ilusiones, no te enamores, aunque eso es imposible. Me duele verte así, verte sufriendo por una persona que no te merece, no derrames tus lágrimas por ella, no vale la pena. Fue demasiado cruel, jugó contigo y no lo vistes y, si lo vistes, no lo quisiste aceptar.
Has perdido a muchas personas que son importantes para ti, al igual que tú lo eres para ellas, por actuar en contra de la razón y dejando que gobernarse el corazón, casi siempre ciego de amor.
¿Aun tienes esperanza? Deja de creer en ella, han sido demasiadas falsedades, demasiadas mentiras, demasiadas calumnias y falacias descubiertas. Mereces más que eso, eres más que eso y ella no se merece que derrames una sola lágrima más.
No puedo decirte más, solo que, a partir de ahora, mira pros y contras, juzga con la cabeza y con el corazón, y a este último, quítale la venda que impide que vea con claridad que hay miles de personas a tu alrededor que darían todo por ti, y que tú no sabes apreciar, porque  tu esperanza a dejado de existir.

Sonríe


¿Nunca te han dicho que tienes la sonrisa más bonita y perfecta de este mundo? No, no son tus dientes alineados, ni el color de las perlas. Es más bien, el motivo por el que sonríes. Me gusta ser la razón de la misma, me gusta que tengas motivos para ser feliz y sonreír, porque, si tú eres feliz, yo también lo seré. Me conformo con verte y con que, me dediques uno de esos preciados tesoros que tanto me gustan. Una sonrisa acaba cambiando el mundo, pero empieza haciendo feliz a una persona. 

WINGS


Todos necesitamos un objetivo en esta vida, algo por lo que luchar, algo en qué confiar, algo para sentirse realizado. Una motivación, algo que lograr para sentirnos bien. Algo que nos dé alas para volar, que nos dé objetivos, que nos dé ganas de gritar a los cuatro vientos que somos felices, algo que… nos haga sentir especiales. No es imposible, es real. No es fácil, habrá piedras en tu camino, pero siempre habrá una luz que te guíe, que lo esclarezca y que  te ayude. Siempre habrá un ángel que cuide de nosotros, que aunque no tenga alas, siempre nos protege  y nos guía, alguien que hace que, el camino, nuestro objetivo o el preciado deseo que queremos llegar a cumplir, se haga sencillo y fácil de alcanzar.


Por no darte cuenta de lo que tenías.


Sé feliz y hazla feliz. Trátala con cariño, ha pasado por mucho, aunque no te lo cuente. Piénsala durante cada instante del día, mantenla en tu memoria. Recuérdala, memoriza cada rasgo de su cara, cada gesto y cada palabra que salga de su boca. Recuerda tus días junto a ella, lo feliz que erais y, mírate ahora, mira lo que has hecho y en lo que te has convertido, mira lo que ha sufrido y todo por tu culpa, por tu egocentrismo, por pensar que otras eran mejores que ella. Por no confiar, por no creerla, por no amarla, mira lo que has perdido. Arriesgaste demasiado aquel día y, tanta avaricia pudo contigo, por lo que acabaste echándola de tu vida. Por querer ser mejor que ella, por intervenciones externas, por no quererla con todos sus defectos, la has perdido. Por no darte cuenta de lo que tenías… ahora ya es tarde, ya no hay vuelta atrás, no te molestes, no lo intentes, no se puede perdonar a alguien que te hizo tanto daño, que te arrancó el corazón, lo destrozó y lo dejó allí tirado… no se puede perdonar a quien hizo que perdieras lo más bonito que habías tenido en la vida.


sábado, 16 de marzo de 2013

Me da igual


Me da igual ser pequeña, tonta, boba o inmadura, siempre que sea tu peque, tu tontika , tu boba o tu princesa. Mientras todo ello vaya acompañado de un te quiero, mientras sea dicho con cariño, seguiré queriéndote.  Puedo ser inmadura, enfadarme por tonterías, no respirar y convertirme en pera, pero confío en que es con cariño, porque me encanta picarte, que me mires y me sonrías con esa perfecta sonrisa que tienes y que, me gustaría ver cada mañana al despertarme durante el resto de mi vida. Porque, por mucho que me cueste reconocerlo, en el fondo, te quiero. Me gusta verte cada mañana, me gusta sentirte, y percibir tu olor, me gustas tú, pero tengo un defecto, por mucho daño que me hagas, por mucho que me ignores, por mucho que me abandones y pases de mí, siempre te seguiré queriendo.


Soy


Soy ese tipo de persona que da consejos a los demás, una especie de psicóloga disponible 24 horas, que se preocupa, siente empatía y accede a escuchar los problemas. Lo malo, se presenta cuando soy yo la que tiene un problema. ¿Por qué? Nunca encuentro la manera de ponerles solución de la misma manera que recomiendo a los demás.
Me gustaría poder seguir mis consejos que tanto funcionan a ajenos, pero me es imposible.  Soy la que siempre está ahí para ayudar, pero que nunca es ayudada. La que siempre está cuando necesitas un abrazo, pero que nunca lo recibe. La que siempre sonríe, pero a la que nunca sonríen. La que es olvidada cuando no se necesita ayuda. La que solo es recordada cuando se la necesita y que, aun así, siempre está. Soy esa de la que no te acuerdas.


Ante todo, soy una princesa.


Soy una princesa, no de las que llevan vestidos largos o zapatos de cristal. Como puedes suponer, tampoco uso corona, ¿para qué? No tengo un príncipe al que conquistar, ni ratones que se conviertan en caballos, ni calabazas transformadas en carrozas. Tan solo tengo la clave de cómo encontrar la felicidad y eso es suficiente.

Me ha costado mucho sufrimiento y demasiadas caídas encontrarla, pero creo que ha merecido la pena. Al menos, me llevo enseñanzas, cada caída es una nueva enseñanza; cada derrota, una nueva ganancia y cada deseo sin cumplir, un nuevo motivo para seguir luchando.