viernes, 29 de marzo de 2013

We are young


¿Personas por las que merezca la pena luchar? Muy pocas y, cuando las encontramos, muchas veces no sabemos apreciarlas hasta que las perdemos.
Somos jóvenes y tenemos derecho a equivocarnos. Podemos cometer mil y un errores, pero son nuestros y nadie puede advertirnos lo suficiente para que no los cometamos.
Podemos subirnos en el tren equivocado, perdernos y bajar cuando queramos. Podemos cambiar de opinión una y otra vez, hasta un millón de veces si hace falta, porque nunca lo tendremos claro y, probablemente cuando así sea, se habrá hecho posible gracias a que hemos probado todo, por lo que, cuando os pregunten qué queréis estudiar, qué queréis hacer con vuestro futuro o que profesión queréis ejercer contestad: Ser un vividor de sueños imposibles :)


lunes, 25 de marzo de 2013

Suicidio


Siento frío, pues una ráfaga de aire hostil me azota la cara con fiereza al salir a la terraza del ático de aquel hotel. Aquella misma de la que pensé en saltar tantas veces y acabar con mi vida, pues tú me destrozaste, pero entonces,  y justo antes de dar el último paso hacia el suicidio, apareciste, sosteniéndome por la cintura y susurrándome al oído: No dejes que nada ni nadie te cambie, no dejes de ser única ni hagas que el mundo pierda a la joya más valiosa que ha tenido jamás.

Todos hemos pensado alguna vez que el suicidio es una salida, difícil de escoger pero eficaz a la hora de resolver nuestros problemas, aunque, personalmente no estoy de acuerdo.
Mientras tu rechazas y desprecias tu vida, otros niños del mundo, darían lo que fuera por tenerla, pues probablemente a ellos, les queden pocos días de vida, en caso de poseer algún tipo de cáncer. Otras veces, puedes querer suicidarte por cómo te tratan, pero sinceramente, alguien que te hace la vida imposible es porque o bien no tienen vida y se aburren o bien porque alguna vez intentaron ser como tú y no lo lograron.
Otro posible motivo es el amor y desamor, siempre siendo este primero tan traicionero, pues nació para que nos enamoráramos de esa persona imposible e inalcanzable o a veces, tan agraciado, que nos da felicidad plena en algunos momentos. En cualquiera de los dos casos siempre suele ir unido a la locura y al desamor, pues es probable que no nos salga bien siempre. Puede haber baches, o rosas con demasiadas espinas, pero, he llegado a aprender que por amor se da todo y no importa lo alto que sea el precio aunque a veces se trate de lastimarse a uno mismo. Somos estúpidos, decidimos enamorarnos de las personas que no nos quieren, dejando a las que sí lo hacen de lado. Pero no toda la culpa es nuestra, las personas vivimos en un mundo egoísta y egocéntrico en el que todo el mundo desea lo que no puede tener.
 Por ello, debemos aprender a convivir en esta sociedad, manipuladora y estricta y, también a saber elegir y escoger, pensando con la cabeza y sintiendo con el corazón.



Tras una máscara.


A veces, me gustaría poder esconderme tras una máscara. No ser reconocida por nada ni nadie y, poder vivir unos segundos en soledad de todo, poder ver desde fuera el mundo, para juzgarlo objetivamente.
Quiero salir de mi cuerpo, meterme en una burbuja y sobrevolar la tierra. Aprender el valor de las distancias, el pesar de la miseria y el sufrimiento, el poderío de los ricos y la voluntad y caridad de algunas personas, así como su buena fe. Quiero descubrir el calor de las estrellas y el color de la luna y el peso de la gravedad.
Quiero aprender de mis errores del pasado, para perfilar mejor las decisiones del futuro.
Quiero ser libre y aprender de mis propios errores.


martes, 19 de marzo de 2013

No sonrías que me enamoro.


Quiero despertarme cada mañana a tu lado, que lo primero en lo cual me vea reflejada sea en tus ojos. Lo primero que vea, tu sonrisa y lo primero que pruebe, tus labios. Quiero todo esto y más, una historia junto a ti, un presente y un futuro. Quiero un ‘’para siempre’’.
Ese momento tardará en llegar, pero mientras tanto, me conformo con un ‘’Bueno días, princesa’’ cada mañana, un ‘’Te quiero’’ nuevo cada noche, una sonrisa cada día y una mirada sincera. Me conformo con que al asomarme al balcón, te vea allí apostado, bajo mi casa, proclamando tu amor por mí y cantándome mil y una veces nuestra canción. Me conformo con verte, porque cada vez que lo hago, cada vez que me hablas, cada vez que me llamas, me enamoro más y más de ti. ¿La culpa? De tu sonrisa, de tu forma de ser. Por todo ello, voy a tener que empezar a decirte ahora el título de esta entrada, pues cada una de estas palabras es cierta, pues cada deseo que pedimos, de una manera u otra se cumple, aunque a veces no nos demos cuenta.


Ser feliz solo depende de ti.


El éxito es reconocer que somos útiles, humildes y desinteresados, ya que el amor, la sonrisa, el cariño y el respeto de los demás es la plataforma sólida de quien verdaderamente es exitoso. Se hace realidad aquel proverbio... siembra y recogerás.... lo demás viene por añadidura.
¿Cómo se puede terminar un dulce amor con el amargo sabor de la distancia, como se puede recordar un bello momento con una lágrima queriendo salir? ¿Cómo se puede recordar sin memoria?
Uno no busca el amor, el amor lo busca a uno. Uno no fuerza el amor, el amor lo fuerza a uno.
El amor a veces nos destruye el cielo o nos arregla el corazón, así como el beso que nos eleva es el mismo que nos baja, para bien o para mal. El amor nos suele transformar por eso hay que tenerle respeto, ya que estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable serlo alguna vez.



Hey Idiot! I love you.


Sabes que te quiero. Sabes que me fastidia cuando tardas media hora en responder, cuando no me coges el teléfono o cuando respondes con ‘’vale’’ a mis te quiero.
No me pides un beso, pero tampoco  me lo robas. No quedas conmigo pero tampoco me lo propones. No me llamas preciosa pero tampoco lo piensas.
Y, si sabes todo esto… ¿Tanto te cuesta hacerme feliz? ¿Tan poco te importo?
Pero sabes que pese a todos tus defectos te seguiré queriendo. Siempre estaré esperando, aun sabiendo que probablemente, mis súplicas nunca sean escuchadas. Una respuesta que calle mis dudas, que encierre en una caja que luego será destruida, mis lamentos. No me das una respuesta mágicas, de las que te dan alas, de las que callan con un beso o de las que cortan la respiración. Algún día me cansaré de esperar y me iré, entonces te darás cuenta de lo que tuviste y no supiste apreciar. Pero… hasta el momento, seguiré esperando como una idiota enamorada.
Creo que para cuando llegue ese instante en el que yo despierte y vuelva a la realidad, podré superar todo esto, pero… ¿Por qué no ahora? Porque aunque si esté despierta y en una realidad constante, no puedo asimilarlo. No el que no me quieras, sino el que tampoco me hables. Puede que no pueda vivir sin tus palabras, puede que ese vacío que dejes nunca vuelva a llenarse y puede que si lo haga, pero siempre dejando un huequecito en mi corazón, reservado por si algún día decides realojarte en el de nuevo. 


Confesiones.


Etapas de nuestra vida pasada quedan olvidadas, pero aun así, siempre conservan algunos recuerdos. A veces, estos nos martirizan toda la vida, o nos dejan marcados, nos traen una buena sensación o hacen  que nos desprendamos de unas pocas lágrimas.
Sufrí críticas y burlas, insultos y falsedades, pero todas ellas eran creadas por personas que apenas me importaban. Tú, sin embargo, fuiste la excepción, la única persona que podía hacerme reír, o levantarme de ese hoyo profundo, pero no lo hiciste. Simplemente, te dedicaste a creer a esa gente que quería hacerme daño a toda costa, y aunque ellos no lo consiguieron, tu sí, eras el que tenía algún tipo de influencia sobre mi y la usaste, pero de toda manera contraria a como hubiera esperado. Por todo lo que en aquel momento hiciste, por como actuaste, por tu manera de resolver las situaciones de la manera más cruel que existe. Me ataste con cadenas que hoy estoy dispuesta a soltar, desataré esos nudos que me unían a ti y abriré los candados que me mantenían presa. 
Basta de sufrir, acabemos esa etapa de la vida y empecemos otra, la de la positividad. Aquella en la que ser feliz día a día sea lo normal. No todo será fácil, habrá obstáculos que superar, pero ahora eres un peso menos cargado a mi espalda, por lo que avanzaré más deprisa a alcanzar esa felicidad que tanto tiempo estaba deseando alcanzar.



domingo, 17 de marzo de 2013

Y sigo aquí esperándote aun sabiendo que nunca hallaré una respuesta.


¿Que ha sido de todo aquello que teníamos? Ha desaparecido poco a poco y no me he dado cuenta. Se ha ido esfumando con el tiempo. Ya no soy tu princesa, ni tu mi príncipe. Tú lo sabías, pero yo no. ¿Fui estúpida por confiar en ti? Tal vez, pero aun así lo volvería a hacer otra vez.
Me abandonas, me dejas y me ignoras, como quien se cansa de un objeto y, cuando te pregunto, me prometes realidades ficticias, propias de cuentos de hadas.
¿La culpable? Yo, por seguir teniendo fe ciega en ti, por seguir fiándome de que ningún daño me vas a hacer cuando, probablemente, así sea.
Tengo un defecto muy grande, fiarme precipitadamente de la gente. Lo estoy haciendo contigo y pese a todo, seguiré esperándote, aun sabiendo que nunca hallaré una repuesta.


Something...



 ¿Algo que me gustaría? Que vinieras los fines de semana a cantarme bajo mi balcón.
¿Algo que apreciaría? Un ‘’buenos días princesa’’ cuando me levanto.
¿Algo que quiero? Un camino de pétalos de rosa y alguna que otra espina, que marquen nuestro viaje hacia un futuro juntos.
¿Algo que me haya hecho sentir viva? Nuestro primer beso.
¿Algo que volvería a repetir? Ese abrazo que me debías.
¿Algo que haría por ti? Todo y cuanto tú me pidieses.
¿Algo que siempre te daré? Mi cariño.
¿Algo que te puedo prometer? Siempre estaré a tu lado.
¿Algo que te puedo jurar? Te quiero.
¿Algo que te puedo perdonar? Un beso robado.
¿Algo que puedo mostrar al mundo entero? Mi manera de quererte.
¿Algo de lo que estoy orgullosa? De haberte conocido.
¿Algo que deseo? Solo quiero un deseo, una vida junto a ti.




La esperanza se disfraza y deja de existir.


Te lo dije, te lo advertí. Sabías que tenía razón y no me hiciste caso.
No escuchaste, no leíste mis cartas, pero sobre todo, no confiaste en mí. ¿Me siento traicionada? Un poco, por no querer aceptar mis palabras y por hacerte daño a ti mismo. Te expliqué que una vez puede ser casualidad, pero cuatro no.
Por favor, deja de lastimarte. No confíes, no creas nada de lo que te diga. No te ilusiones, no te enamores, aunque eso es imposible. Me duele verte así, verte sufriendo por una persona que no te merece, no derrames tus lágrimas por ella, no vale la pena. Fue demasiado cruel, jugó contigo y no lo vistes y, si lo vistes, no lo quisiste aceptar.
Has perdido a muchas personas que son importantes para ti, al igual que tú lo eres para ellas, por actuar en contra de la razón y dejando que gobernarse el corazón, casi siempre ciego de amor.
¿Aun tienes esperanza? Deja de creer en ella, han sido demasiadas falsedades, demasiadas mentiras, demasiadas calumnias y falacias descubiertas. Mereces más que eso, eres más que eso y ella no se merece que derrames una sola lágrima más.
No puedo decirte más, solo que, a partir de ahora, mira pros y contras, juzga con la cabeza y con el corazón, y a este último, quítale la venda que impide que vea con claridad que hay miles de personas a tu alrededor que darían todo por ti, y que tú no sabes apreciar, porque  tu esperanza a dejado de existir.

Sonríe


¿Nunca te han dicho que tienes la sonrisa más bonita y perfecta de este mundo? No, no son tus dientes alineados, ni el color de las perlas. Es más bien, el motivo por el que sonríes. Me gusta ser la razón de la misma, me gusta que tengas motivos para ser feliz y sonreír, porque, si tú eres feliz, yo también lo seré. Me conformo con verte y con que, me dediques uno de esos preciados tesoros que tanto me gustan. Una sonrisa acaba cambiando el mundo, pero empieza haciendo feliz a una persona. 

WINGS


Todos necesitamos un objetivo en esta vida, algo por lo que luchar, algo en qué confiar, algo para sentirse realizado. Una motivación, algo que lograr para sentirnos bien. Algo que nos dé alas para volar, que nos dé objetivos, que nos dé ganas de gritar a los cuatro vientos que somos felices, algo que… nos haga sentir especiales. No es imposible, es real. No es fácil, habrá piedras en tu camino, pero siempre habrá una luz que te guíe, que lo esclarezca y que  te ayude. Siempre habrá un ángel que cuide de nosotros, que aunque no tenga alas, siempre nos protege  y nos guía, alguien que hace que, el camino, nuestro objetivo o el preciado deseo que queremos llegar a cumplir, se haga sencillo y fácil de alcanzar.


Por no darte cuenta de lo que tenías.


Sé feliz y hazla feliz. Trátala con cariño, ha pasado por mucho, aunque no te lo cuente. Piénsala durante cada instante del día, mantenla en tu memoria. Recuérdala, memoriza cada rasgo de su cara, cada gesto y cada palabra que salga de su boca. Recuerda tus días junto a ella, lo feliz que erais y, mírate ahora, mira lo que has hecho y en lo que te has convertido, mira lo que ha sufrido y todo por tu culpa, por tu egocentrismo, por pensar que otras eran mejores que ella. Por no confiar, por no creerla, por no amarla, mira lo que has perdido. Arriesgaste demasiado aquel día y, tanta avaricia pudo contigo, por lo que acabaste echándola de tu vida. Por querer ser mejor que ella, por intervenciones externas, por no quererla con todos sus defectos, la has perdido. Por no darte cuenta de lo que tenías… ahora ya es tarde, ya no hay vuelta atrás, no te molestes, no lo intentes, no se puede perdonar a alguien que te hizo tanto daño, que te arrancó el corazón, lo destrozó y lo dejó allí tirado… no se puede perdonar a quien hizo que perdieras lo más bonito que habías tenido en la vida.


sábado, 16 de marzo de 2013

Me da igual


Me da igual ser pequeña, tonta, boba o inmadura, siempre que sea tu peque, tu tontika , tu boba o tu princesa. Mientras todo ello vaya acompañado de un te quiero, mientras sea dicho con cariño, seguiré queriéndote.  Puedo ser inmadura, enfadarme por tonterías, no respirar y convertirme en pera, pero confío en que es con cariño, porque me encanta picarte, que me mires y me sonrías con esa perfecta sonrisa que tienes y que, me gustaría ver cada mañana al despertarme durante el resto de mi vida. Porque, por mucho que me cueste reconocerlo, en el fondo, te quiero. Me gusta verte cada mañana, me gusta sentirte, y percibir tu olor, me gustas tú, pero tengo un defecto, por mucho daño que me hagas, por mucho que me ignores, por mucho que me abandones y pases de mí, siempre te seguiré queriendo.


Soy


Soy ese tipo de persona que da consejos a los demás, una especie de psicóloga disponible 24 horas, que se preocupa, siente empatía y accede a escuchar los problemas. Lo malo, se presenta cuando soy yo la que tiene un problema. ¿Por qué? Nunca encuentro la manera de ponerles solución de la misma manera que recomiendo a los demás.
Me gustaría poder seguir mis consejos que tanto funcionan a ajenos, pero me es imposible.  Soy la que siempre está ahí para ayudar, pero que nunca es ayudada. La que siempre está cuando necesitas un abrazo, pero que nunca lo recibe. La que siempre sonríe, pero a la que nunca sonríen. La que es olvidada cuando no se necesita ayuda. La que solo es recordada cuando se la necesita y que, aun así, siempre está. Soy esa de la que no te acuerdas.


Ante todo, soy una princesa.


Soy una princesa, no de las que llevan vestidos largos o zapatos de cristal. Como puedes suponer, tampoco uso corona, ¿para qué? No tengo un príncipe al que conquistar, ni ratones que se conviertan en caballos, ni calabazas transformadas en carrozas. Tan solo tengo la clave de cómo encontrar la felicidad y eso es suficiente.

Me ha costado mucho sufrimiento y demasiadas caídas encontrarla, pero creo que ha merecido la pena. Al menos, me llevo enseñanzas, cada caída es una nueva enseñanza; cada derrota, una nueva ganancia y cada deseo sin cumplir, un nuevo motivo para seguir luchando.