que quebraría todos mis sueños,
que reconstruiría todos y cada una de los pedazos de este mundo.
Yo, que vivía en la calle del arte,
que nunca he sabido mentir,
te pido que vuelvas, que te estoy empezando a confundir con las estrellas.
Que se pare el tiempo,
Que se detenga la lluvia
y el firmamento oscuro.
Que juegues con fuego,
que te quemes
y que te enredes en mi
al ver tu silueta reflejada en el cristal.
La silueta del pecado, diseñada para mi.
Como aquel traje
o toda la ropa que nos hemos quitado.
Como aquella noche
en tu coche pensando si era mejor o peor,
seguir adelante con el juego.
Y yo te miraba,
Que se pare el tiempo,
Que se detenga la lluvia
y el firmamento oscuro.
Que juegues con fuego,
que te quemes
y que te enredes en mi
al ver tu silueta reflejada en el cristal.
La silueta del pecado, diseñada para mi.
Como aquel traje
o toda la ropa que nos hemos quitado.
Como aquella noche
en tu coche pensando si era mejor o peor,
seguir adelante con el juego.
Y yo te miraba,
sin apenas pensar que podría ser la ultima vez
que te tendría reflejado en mi mirada.
Y yo te cantaba,
Y yo te cantaba,
como si solo me estuvieras escuchando con el alma.
Prepara tus maletas y carga la pistola de balas,
Prepara tus maletas y carga la pistola de balas,
por si echas a correr en medio de la desesperación,
en medio de el caos de mi vida que amas.
Y jamás mires atrás ni esperes nada de mi,
que soy veleta de rumbo cambiante
y no vuelo dos veces en misma dirección,
nunca atraco en mismo puerto
y siempre me aburro de nadar en los mismos arrecifes.
Quiéreme como soy, o vete a vagar por el oleaje o por las nubes.
Lanza el dado y arriesga, nuestra partida está terminando.
Y jamás mires atrás ni esperes nada de mi,
que soy veleta de rumbo cambiante
y no vuelo dos veces en misma dirección,
nunca atraco en mismo puerto
y siempre me aburro de nadar en los mismos arrecifes.
Quiéreme como soy, o vete a vagar por el oleaje o por las nubes.
Lanza el dado y arriesga, nuestra partida está terminando.