jueves, 13 de junio de 2013

¿Ella? Otro motivo más por el que seguir luchando, por el cual levantarme cada día.

Vivimos por y para ella, no hay nada igual. Podemos dormir un mínimo de cuatro o cinco horas todos los días por el hecho de estudiarla, por el hecho de vivir amándola, por el hecho de tocarla. No son notas ligadas o stacattas, no son simples acordes, no se toca, se interpreta. No te gusta, la amas. No la notas, la sientes. No la escribes, la creas. No la desarrollas, le das vida. No la escuchas, dejas simplemente que entre en tu cuerpo llenándote de vida, calma y paz interior. No te emociona, no te hace recordar, simplemente trae tus mejores o peores recuerdos a la punta de la lengua o los intenta dejar escapar mediante tus lágrimas.  No te emociona, saca lo mejor de ti en cada bocanada de aire, en cada movimiento de la mano. No te dispersa de la realidad durante un tiempo, simplemente te transporta a otra dimensión. No te relaja, entra en sintonía
con tu cuerpo. No te hace moverte, simplemente, fluye por tu interior bailando al son de cada fusa, de cada blanca, de cada tiempo, al son de cada compás…
Porque, somos gente que sin ella no podría vivir. Da igual si es moderna o clásica, electrónica o heavy, reggae o rap, todo es música. Así como el arte o la pintura, todo es cultura. Todo es una forma de vida que, muy poca gente entiende y aprecia. Hoy me he dado cuenta de ello, de que hay gente que no puede vivir sin el Scherzo de Piano, sin un Vals de Chopin, sin una partitura de banda o sin el Pachelbel’s Canon. Hoy me he dado cuenta de que, me incluyo entre esa gente que necesita decir “No puedo salir, debo estudiar armonía” o “¿Me ayudas con historia de la música?”, de esa que necesita pasarse las horas en el conservatorio de cabina en cabina, estudiando o, simplemente improvisando con los que, después de muchos ensayos y clases, acaban por ser nuestra familia. Una familia compuesta por saxofonistas locos, oboístas soñadores, flautistas sentimentales, guitarristas flamencos, trompas desenfadadas, trombonistas ligones,  trompetistas exigentes, clarinetistas ilusionados, violinistas desafinados, violonchelistas  extravagantes, percusionistas que no solo hacen ruido, pianistas enamorados y miles y miles más. Una familia que, une a personas semejantes, tengan la edad que tengan, por lazos comunes, estrecheces y casualidades. Una que, se apoya en todo; una que, deja huella. Que te marca para toda la vida. Que siempre está ahí, dispuesta a acompañarte si hace falta o a formar un dueto. Una que, te quiere y con la que compartes el amor hacia la música.
Sé que probablemente, estarás pensando que estoy loca, que desvarío o que soy soñadora, infantil y peque pero, ¿sabes qué? Los mejores músicos lo estamos.

Fdo: Una soñadora loca, princesa sin corona, amante de la música, cantante de ducha y peque♥

Dedicado a: Mi pequeña gran familia de músicos y a todo aquel que se sienta identificado con esto.

“En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.”   Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.
“La música compone los ánimos descompuestos y alivia los trabajos que nacen del espíritu.”                     Miguel de Cervantes (1547-1616) Escritor español.
 “La música constituye una revelación más alta que ninguna filosofía.”  Ludwig van Beethoven (1770-1827) Compositor y músico alemán.




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