por ejemplo:
que tu tristeza siempre fue una excusa,
que mis dedos fueron flores subiendo por tu costado,
que me echas de menos y sabes a sal,
que te destrozó no intentarlo,
que tu cama es el lugar más frío de esta parte del mundo,
que llegas tarde a todos los sitios
porque vives en el pasado.
Dime algo que no sepa,
por ejemplo:
que no me quieres,
que eres feliz,
o que, de puntillas,
llegas a tocar las nubes de mi cabeza.
Y ese es el placer de abrir un libro cualquiera por una página cualquiera. Aunque en este caso no es un libro cualquiera, es mi libro preferido. Y tampoco es una página cualquiera, es aquella que el destino me ha brindado.
Así que bien, deja de imaginar que tienes el control sobre ti y comienza a pensar en todo aquello que no sabes.
Dime algo que no sepa,
por ejemplo:
que las cuatro esquinas de tu cama se sienten vacías sin mi olor,
que mis labios rojos siempre han sido tu perdición,
que en realidad mi locura tiene solución
y es, que muera entre tus brazos.
Que tienes miedo de decir la verdad
y que solo tenemos ojos para aquello que nos ciega.
Que en el fondo, ningún te quiero fue mentira, y que las nubes lloran porque tu ya no estás.
Que el sol brilla un poco más cada vez que nace alguna sonrisa,
pero que la tormenta se desata cada vez que esta muere en mi boca.
Dime algo que no sepa,
dime algo que preferiría no saber.
Dime algo que me de un motivo por el que seguir aquí luchando.
Algo que me haga creer que el mundo es un poco mejor día a día.
Dime algo que me haga desconfiar pero a la vez creer.
Que rompa las cadenas que amordazan mis sentidos,
que desate una utopía incierta en la que creer.
Dime algo que me haga volar, sentir, perderme, aunque sea por un segundo.
Dime que también eres un amante roto, y que me entiendes en mi desdicha.
Dime que no hay días malos, que todo se arregla si cierro los ojos con fuerza.
Dime que puedo cambiar el mundo, aunque sea mentira, que si estoy loca, es cosa mía.
Dime que soy bonita en pijama,
aunque siempre me hayas preferido con maquillaje y la raya pintada.
Dime que te encanta que escriba, aunque la mitad de veces no me entiendas.
Dime que me sacarás a bailar,
no hace falta que sea un vals.
Loquillo, La Guardia y Los Madison me valen.
Dime la verdad en algo, y hazme libre.
Dime la verdad en algo, y hazme libre.
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