Siento frío, pues una ráfaga de aire hostil me azota la
cara con fiereza al salir a la terraza del ático de aquel hotel. Aquella misma
de la que pensé en saltar tantas veces y acabar con mi vida, pues tú me
destrozaste, pero entonces, y justo
antes de dar el último paso hacia el suicidio, apareciste, sosteniéndome por la
cintura y susurrándome al oído: No dejes que nada ni nadie te cambie, no dejes
de ser única ni hagas que el mundo pierda a la joya más valiosa que ha tenido
jamás.
Todos hemos pensado alguna vez que el suicidio es una
salida, difícil de escoger pero eficaz a la hora de resolver nuestros
problemas, aunque, personalmente no estoy de acuerdo.
Mientras tu rechazas y desprecias tu vida, otros niños
del mundo, darían lo que fuera por tenerla, pues probablemente a ellos, les
queden pocos días de vida, en caso de poseer algún tipo de cáncer. Otras veces,
puedes querer suicidarte por cómo te tratan, pero sinceramente, alguien que te
hace la vida imposible es porque o bien no tienen vida y se aburren o bien
porque alguna vez intentaron ser como tú y no lo lograron.
Otro posible motivo es el amor y desamor, siempre siendo
este primero tan traicionero, pues nació para que nos enamoráramos de esa
persona imposible e inalcanzable o a veces, tan agraciado, que nos da felicidad
plena en algunos momentos. En cualquiera de los dos casos siempre suele ir
unido a la locura y al desamor, pues es probable que no nos salga bien siempre.
Puede haber baches, o rosas con demasiadas espinas, pero, he llegado a aprender
que por amor se da todo y no importa lo alto que sea el precio aunque a veces
se trate de lastimarse a uno mismo. Somos estúpidos, decidimos enamorarnos de
las personas que no nos quieren, dejando a las que sí lo hacen de lado. Pero no
toda la culpa es nuestra, las personas vivimos en un mundo egoísta y
egocéntrico en el que todo el mundo desea lo que no puede tener.
Por ello, debemos aprender a convivir en esta sociedad, manipuladora y estricta y, también a saber elegir y escoger, pensando con la cabeza y sintiendo con el corazón.
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